
Momentos antes de la presentación,
el conductor de Voces Anónimas,
con la misma claridad, dedicación
y amor por la temática con la
que le dedica a su programa, se hizo
un tiempo en su ajetreada vida para
contarnos de su libro Voces
Anónimas: Historias y leyendas
del universo mágico.
En momentos en que se estaba grabando
el segundo ciclo del programa, con la
ayuda de Diego Moraes, un destacado
escritor salteño especializado
en letras, arrancaron juntos la tan
difícil tarea. Un año
después, la "criatura"
comenzó a dar sus primeros pasos.
"Prácticamente la mitad
de las historias de los dos ciclos están
para publicar en otro segundo libro;
incluimos las más taquilleras",
dijo Guillermo Lockhart a Arte7.
ORIGEN
-¿Cómo
surgió el proyecto del libro?
-Cuando termina el primer
ciclo de Voces Anónimas,
en 2006, ya tenía en mente la
idea de hacer algún libro. Pensé
que podía empezar a transcribir
las historias y después trabajar
con algún escritor. Pero la falta
de tiempo hizo que el libro quedara
como en una lista de espera de prioridades.
Una vez que empieza a grabarse el segundo
ciclo, en 2007, y empezamos a generar
material y contenido, nos dimos cuenta
que se venían historias muy buenas,
que hoy en día son las que están
saliendo al aire. En ese momento doy
con Diego Moraes, que es un escritor
salteño que escribió éste
libro conmigo, y entre los dos empezamos
a trabajar buscando un poco esa idea
que yo tenía de llevar a un libro
lo que era el programa. Obviamente que
era un trabajo muy difícil, porque
cada historia dura unos cuantos minutos
y si uno la trascribe se da cuenta que
necesitaría de unas cuantas páginas.
Por eso la idea siempre fue que sea
un libro dinámico, porque así
es el programa. Arrancamos a trabajar
en abril del año pasado, y recién
el 15 de abril de este año salió
el libro a la calle.
-¿Cómo seleccionó
las 25 historias del libro que pertenecen
a los dos ciclos del programa?
-La idea un poco era
seleccionar, no dejar de lado algunas
historias muy buenas del primer ciclo.
Nos parecía injusto incluir solo
las historias del segundo ciclo, y a
la vez ignorar historias del primero
que dejaron su huella en la gente.
-¿Qué historias tuvo que
dejar afuera?
-Muchas historias. Del
primer ciclo: "El fantasma del
Tinglado", es una historia que
gustó mucho; "Los sueños
del inglés", que toca la
vida de Delmira Agustini; "La tumba
del negro"; "Visita de media
noche"; y así muchas más.
No hay que olvidar que el libro solo
tiene 25 historias de leyendas, y el
primer ciclo tuvo 26 historias y en
éste hay 12. Prácticamente
la mitad están para publicar
en otro segundo libro. Incluimos sí
las más taquilleras que la gente
recuerda: "La llorona", "El
altillo de Clara", El mensaje de
la de la fuente", que es la historia
de Piria, y unas cuantas más.
-¿Cuál es para usted la
mejor historia del libro?
-Están todas
buenas, y como son tan diferentes se
me hace difícil elegir solo una.
Además, tengo un cariño
muy especial por todas. Pero para mí,
por como lo viví, la historia
del apéndice del libro: "Creer
o reventar". Es la última
historia y son un par de relatos que
tanto a mi socio Daniel Savio como a
mí nos tocó pasar, y nos
pareció que era algo que debíamos
compartirlo con nuestro público,
porque siempre nos preguntan si de tanto
involucrarnos en el tema alguna vez
nos sucedió algo. Pero el libro
tiene historias muy sorprendentes, hay
casos impactantes como el de Dionisio
Díaz, que es impresionante.
PROCESO

-¿Quién se encargó
de pasar las historias televisivas al
libro: usted o Diego Moraes?
-Dejé un poco que esa
tarea la realizará el escritor
Diego Moraes, egresado en Letras de
la UDELAR, porque le iba a encontrar
una vuelta, un estilo narrativo distinto.
Por ahí cuando se transcribe
la historia del formato televisivo,
con los testimonios y las imágenes
que en cierta manera hablan, resulta
todo un problema; es como armar un rompecabezas.
Preferí que Diego lo hiciera,
luego yo agarraba sus borradores y le
hacía algunos retoques y también
escribía. Fue un trabajo en equipo,
fuimos aprendiendo uno del otro. El
ya tiene trabajo de leyendas urbanas
y de historias, quizás más
de un enfoque de investigación,
y yo trataba de aportarle un poco más
de suspenso, como hacer un poco de equilibrio
entre lo documental y la ficción.
El iba agarrando a su vez mis propuestas
y las iba puliendo y corrigiendo, porque
obviamente que él es un especialista
en el tema.
-¿Supongo que no debió
ser una tarea nada sencilla?
-Si, es cierto. Fijate que en el libro
tenés la falta de recursos del
formato televisivo muy importante como
la imagen y el audio. Si a eso le sumas
buenos maquillajes para las recreaciones,
son muchas cosas que potencian al programa.
En el libro es diferente: vos le das
las herramientas al lector para que
vuele con su imaginación. No
le analizas las historias como en el
programa; tratas de plantearles una
especie de viaje a través del
universo mágico que es el universo
de las leyendas urbanas.
-¿Por cuál de los dos
medios cree que las leyendas causen
mayor impacto?
-Hoy por hoy, como se
maneja el mundo y por la globalización
de los medios, sin dudas que por el
formato televisivo. No hay que olvidar
que el libro salió hace poco
a la venta, pero la repercusión
que tiene el ciclo en el boca a boca
de la gente es muy fuerte. Quizás
al libro la gente de a poquito lo vaya
leyendo; lee una historia por semana
o en un día lee cinco. Pero el
programa es como que sale tal día
y el espectador lo ve sí o sí.
Además, hoy el hábito
de sentarse frente a un televisor es
mucho más común que el
de leer. La idea nuestra es que se lea
más, y en cierta parte escribimos
pensando en los que no leen. Por eso
tratamos de hacer que sea un libro ágil,
entretenido; tiene todo para que aquellas
personas que no sean lectores habituales
sí puedan leerlo. La propuesta
es abarcar público de todas las
edades. Por ahí hay autores que
utilizan un lenguaje complejo, y abarcan
y se limitan solo a un segmento muy
específico. Nosotros no.
PÚBLICO
OBJETIVO

-¿Que tipo de lectores piensa
que compra el libro? ¿Solo los
televidentes del programa o quizás
personas que jamás vieron algunos
de los dos ciclos, pero si les atrajo
la temática?
-Me parece que el público
fiel que tengo, o sea los televidentes
que ven el programa, estoy seguro que
sí están buscando el libro.
El único problema, como te dije
antes, es que hay mucha gente que ve
televisión pero no tiene el hábito
de leer o ir a las librerías.
Pero a su vez estamos descubriendo que
hay un público que no ve televisión
o que no ve nuestro programa que ha
conseguido el libro, ya que le interesa
el tema. A mucha gente le llamó
la atención la tapa del libro.
Es muy llamativa porque no se maneja
en Uruguay ese tipo de producciones.
Por lo general los diseños de
las tapas de los libros nacionales son
mucho más elementales. Acá
hubo toda una producción para
la tapa. Es más, hubo varias
opciones y la tapa que finalmente quedó
es la que eligió la gente a través
de una votación por Internet.
Le damos un lugar preponderante a la
imagen; creo que a los ojos del lector
le das como un cierto contenido extra.
-¿Como ha sido hasta ahora la
respuesta del público?
-Muy buena; la expectativa
era muy grande y hasta ahora la gente
que lo ha leído está muy
conforme con el producto. Hay que tener
en cuenta que el libro vio la luz hace
poco menos de un mes, y la repercusión
está recién como empezando.
Por suerte, hace poquito pudimos llegar
a un acuerdo para que el libro se pueda
conseguir en los 450 locales de la red
Abitab del país. Eso nos permitirá
llegar a todos los rincones del Uruguay.
Es una prueba algo contundente que las
leyendas urbanas tienen su público.
Una de las cosas que nos dejo contentos
a Diego y a mí es que los lectores
dicen que el libro es un fiel reflejo
del programa. Ellos lo leen y sienten
que están leyendo algo que tiene
que ver con el programa. O que cuando
lo leen se les vienen a la mente flashes
o imágenes del programa a medida
que lo van leyendo. Lo que más
destaco del libro es que las historias
quedan como un registro. Hoy por hoy
te podes llegar a perder un programa,
pero sabes que si esa historia está
en el libro la ves a poder leer. A su
vez podés llegar a leer historias
que no viste en el primer ciclo. Esta
bueno además que en el día
de mañana las historias las podés
llegar a compartir con un amigo o algún
familiar o con quién sea, porque
es algo que va a quedar registrado.
-Me comentó
que existe la idea de sacar un segundo
libro
-Sí, era algo
que justamente lo teníamos pensado
mientras trabajamos en la producción
del primer libro. Sobre todo porque
sacrificamos muchas historias, tanto
del primer como del segundo ciclo, que
no pudieron entrar en éste libro.
Obviamente que hacer un segundo libro
lleva su tiempo; se está trabajando
y a la larga no solo tenemos pensado
en un segundo libro; si hay otro ciclo
de Voces Anónimas
y tenemos más historias también
quizás haya mucho más
libros. Pero hay otros proyectos: hay
un comic que se empezó a trabajar
ahora con Marco Vera, que es ilustrador
del libro. La idea es como me dijeron
una vez: "que los límites
sean nuestra propia imaginación".
Hoy por hoy están pasando cosas
muy lindas y hay que saber aprovecharlas;
es un buen tiempo para crecer profesionalmente.
INTERIOR VS. CAPITAL

-Introduciéndonos un poco en
las historias, cuando empecé
a leer el libro tenía la idea
de que la mayoría de las leyendas
o mitos iban a pertenecer en su mayoría
al interior del país. Sin embargo,
me llevé una sorpresa: hay cierta
equidad con las historias que transcurren
en la ciudad. ¿Existe como un
cierto prejuicio en que las leyendas
urbanas transcurren sólo en el
interior y no en la ciudad?
-Lo que sucede es que
si uno recorre el interior del país
se va a encontrar historias con más
facilidad. Crecí haciendo muchos
viajes al interior con mi familia, porque
tengo campo, escuchando muchas historias
en campaña o en medio del campo.
En el interior se habla con mucha naturalidad
y respeto de las leyendas urbanas, y
por ahí en Montevideo no se cuentan,
por el qué dirán. Pero
me parece que con el programa se están
rompiendo un poco esas barreras y nos
estamos todos sorprendiendo. Crecimos
con esa imagen que solo existían
leyendas en el interior y no en la capital
del país. Pero quizás
el programa es un poco como el puntapié
inicial para que cuando se hable de
leyendas y mitos pienses que se puede
estar hablando de Montevideo, Buenos
Aires o de donde sea.
-¿Las leyendas urbanas no tienen
en nuestro país el respeto que
si lo tienen en otros países?
¿No tenemos una cultura formada
en el tema?
-Sí, antes de
empezar nos dimos cuenta que no había
nada al respecto. Cuando empecé
a hacer el primer ciclo comencé
a investigar y me di cuenta que los
mejores datos te los aporta la gente.
Estoy de acuerdo en tu comentario: en
Uruguay no hay una cultura de leyendas
urbanas. Nunca encontramos ni siquiera
un libro de leyendas urbanas, como sí
existen libros en todas partes del mundo:
España, Estados Unidos, o en
Argentina. Libros muy lindos, que por
suerte tenemos los podemos tener. Tampoco
te diría que existe una censura;
el gran problema es que no estaba difundido
ni profundizado el tema por el miedo
al que dirán o por que se juzgue
a la persona que sepa sobre mitos o
leyendas. Pero ojalá que gracias
a nosotros en el día de mañana
aparezca más gente que tome la
posta y que realice más estudios
e investigaciones, programas de televisión
o libros. Nosotros somos una generación
de Voces Anónimas,
mamamos historias del pasado. Por eso
nuestro objetivo es llegar a más
voces anónimas para que en el
día del mañana éstas
las cuenten a otras voces anónimas.
DE ESCÉPTICO A CREYENTE
-En
una entrevista anterior me comentó
que tuvo experiencias relacionadas con
la temática. ¿Pasó
de ser una persona escéptica
a creyente?
-Nunca fui escéptico;
siempre fui una persona que respetaba
el tema, y que de repente sí
necesitaba ver para creer. Si por ahí
a mi me contaban algo, lo escuchaba
con mucha atención. Pero para
poder creer en esto, tuve que empezar
a ver ciertas cosas inexplicables, y
obviamente, al atravesar por esas situaciones,
ahora cada vez que una persona me cuenta
una historia la escucho como de otra
manera. Creo que ahora sí todo
puede suceder; dejo la puerta abierta
a que pueda ser cierto o no. Sí
te puedo asegurar que la persona, cuando
me cuenta algo, no es 100% falso. Hoy
te podría decir que estoy más
cerca de los creyentes en este tipo
de historias que de los escépticos.