
Sebastián Prates tiene 28 años,
es Licenciado en Nutrición, ha
sido fundador del Sindicato Uruguayo
de Nutrición 5 de agosto (SUN5A),
del cual es directivo de prensa, fue
primer titular en el claustro de nutrición
por egresados en las elecciones del
pasado mes de setiembre, actualmente
trabaja en el Centro Inicial del Banco
de Seguros del Estado como nutricionista,
y es productor y conductor de "La
Proteica", programa de nutrición
de Uniradio (Radio Universitaria).
Presentó y con buena respuesta
de público su largometraje documental
GAP Salud (2010) en la Segunda
Muestra de Nuevos Realizadores Uruguayos,
organizada por Cine Universitario del
Uruguay, y ahora se prepara para presentar
el adelanto de su nuevo trabajo sobre
consumismo para la tercera edición
de la misma, que tendrá lugar
entre el martes 22 y el miércoles
25 de noviembre de 2011 en dicha institución.
¿Qué se te dio por hacer
Consumo?
El documental tiene
su origen en una tesis frustrada, que
se impidió hacer. Se dijo que
era complicada, que había que
llamar a varios profesionales ajenos
a la nutrición, y que además
era muy larga. Eso es un atentado contra
la expansión del conocimiento
y la ciencia. Si tenés que buscar
otros profesionales, vas y los buscas,
y si es larga la tesis haces una tesis
para el tiempo que te den, que deje
una base para futuros trabajos, pero
nunca negar al estudiante la ampliación
de su conocimiento. Es más, ese
tipo de arbitrariedades atenta contra
la sociedad anulando algún posible
dato o, como te decía antes,
conocimiento nuevo. Tenés el
ejemplo de la tesis de Ciencias sobre
la polenta transgénica; salió
en todos los medios. Si impedís
una tesis de éstas, éticamente
no sos docente; podés ser milico
o milica, pero no docente. Un docente
nunca limita; todo lo contario.
¿Cómo
interpretás el hecho de que te
dijeran que era un trabajo complicado?
¿Es porque hay datos que no conviene
que se sepan sobre algún producto
alimenticio que se vende en Uruguay?
"Es más fácil destruir
un átomo que un prejuicio.";
tal vez se cometan varios errores, tal
vez haya personas que tengan que estar
y no estén, pero los que queremos
que estén están; son indispensables,
no solo por sus conocimientos, también
por su perfil. Todos los entrevistados
ya estaban seleccionados desde hace
tiempo. Buscamos el mejor material,
y el mejor material puede venir de un
solo lugar, al menos en este caso. Por
eso te decía lo del átomo,
aunque no conozco a nadie que me pueda
aportar algo desde una orilla contaminada
y estancada. El documental no puede
caer en la mediocridad. Pusimos tiempo,
trabajo, y mucha plata; esto no se compara
con GAP Salud: El documental;
es mucho más producido.
Si bien sos nutricionista,
el documental está hecho para
todo público, no sólo
para especialistas en la materia. ¿Es
así?
Ya lo he dicho en varias
oportunidades; este es un documental
que aporta la visión de una única
persona. Las entrevistas, los aportes,
son dirigidos en la edición a
una sola idea, o mejor dicho, concluyen
en una idea, concepto o como quieras
definirlo, y nadie cambia ese concepto
del director. Si bien la idea que uno
tiene es compartida por muchos, tal
vez por otros no, y más cuando
se trata de la gestión de los
alimentos en nuestro mundo. Es ideológico
antes que nada. Eso queda claro desde
el inicio. Uno elige determinado lugar
para el preestreno; no somos idiotas.
Jugamos de locatarios ante cientos de
personas. Es como si jugara un fútbol
5 en el Vilardebó; tengo a toda
la hinchada a favor (risas).
¿Y
qué hay de los polémicos
videos de YouTube que colgaste en la
web? ¿Tienen alguna relación
específica con este nuevo trabajo
tuyo?
Los videos de YouTube
son diversión, que tratan de
dar la información de forma irónica;
antes de llorar reí. Sé
que hubo un revuelo por dos videos específicos,
cosa que ni me interesa; es decir, me
mato de la risa. Cada uno puede criticar
lo que quiera, más allá
que esa crítica tenga un vacio
en su análisis muy grande, que
hace que se defina como lloriqueo, pero
todo el mundo puede criticar y dar su
opinión. La mía es que
me formé en una institución,
que de no ser por los estudiantes hoy
estábamos dando clases en una
carpa frente al Clínicas. Además
de tener algunos docentes muy soberbios,
que incluso cuando les vas a hacer una
pregunta se dan vuelta y se te van.
Hubo un tiempo - no sé si todavía
es así -, que habían seleccionado
los baños que eran de estudiantes
y los baños que eran para docentes.
El de estudiantes no te imaginás
lo que era; daba miedo. Cuando a algún
estudiante lo veían entrando
al baño de docentes, les decían
que ese baño era de docentes.
Yo siempre iba al supuesto baño
de docentes, y nunca me dijeron nada.
¿Cómo justificas que alguien
le diga a un estudiante que vaya a un
baño que está inundado
y que no sabés si es agua o lo
que sea, cuando hay otros baños
en perfectas condiciones? Eso es de
mala leche y punto. Por eso te digo,
la escuela es un atraso en muchos sentidos.
Yo me quedo con la directora y ponéle
(piensa) cinco docentes más,
creo que no más de eso, que son
los que me dejaron cosas (risas); cosas
buenas. En definitiva, el documental
también habla de todo esto; es
más, el final es una crítica
artística al nivel profesional
de la escuela, haciendo referencia al
atraso institucional, más allá
de la autonomía, que ya te digo,
es logro de estudiantes más que
nada. El final es muy claro. La escuela
de nutrición es el reflejo de
la crecida de las universidades privadas,
diría más, su justificación.
Es lamentable pero es así. La
gente que egresa de la escuela no vuelve
más. Pregúntale a esa
gente sobre los videos.
¿Qué impresión
te dejó la experiencia de tu
primer trabajo, GAP Salud?
GAP Salud: El documental fue
un trabajo que se puede definir como
"voluntad de hacer algo",
donde tomamos los recursos mínimos
que teníamos para denunciar aspectos
de nuestra sociedad que parecen olvidados.
Se puede decir que luego del documental
uno ve las cosas de manera diferente.
No es lo mismo saber que hay gente que
la está pasando mal, que estar
al lado de esa gente que la está
pasando mal. Son dos cosas totalmente
diferentes; desde ese punto de vista
y antropológicamente, filosóficamente
en su máxima expresión
(y sólo en su máxima)
podés darte cuenta de lo dividida
que está nuestra sociedad, desde
lo cultural, lo económico - sin
grandes distancias y tan diferentes
unos de otros - lo político y
toda ideología se hace intranscendente
desde lo humano, desde el punto de vista
de los necesitados. Pocas veces son
las que un político dice algo
razonable, y que se ajuste a la mejora
de la sociedad. El sistema de salud
uruguayo tiene que seguir con su proceso
natural; todavía falta atender
a toda una comunidad que apenas tiene
recursos para llegar a la cena. ¿Cómo
le pedís a una persona que recolecta
nuestros desperdicios diarios que se
acuerde de ir al médico, al nutricionista,
al psicólogo? Es una boludez.
Esa persona está tratando de
comer todos los días, de vivir
todos los días, teniendo la ropa
para sus hijos, de que no se le llueva
el rancho. El GAP Salud denunciaba ese
absurdo de pedir a las personas que
asistan y se controlen.
¿Pensás que lo allí
registrado era algo que necesitaba más
difusión? ¿Es por eso
que hiciste el trabajo?
Sí, claro; necesitaba y necesita
más difusión. Gracias
al documental un grupo de académicos
que no son políticos, simplemente
vieron el trabajo; están trabajando
en el lugar. Pero le falta más
difusión, no al documental, sino
a ese lugar (cantegril Isla de Gaspar).
Hay cosas increíbles que pasan
y pasaron ahí. Personas totalmente
sin nada. Después tenés
a la sociedad diciéndote "son
una manga de chorros, no quieren laburar".
Uno que estuvo ahí se da cuenta
del disparate de esa frase. Las personas
que están ahí precisamente
están ahí porque no le
robaron a nadie. Siempre hay alguno,
claro, como en todos lados, pero los
que roban más y te vacían
los bancos son otros. En este lugar
estaba lleno de niños, de abuelas
y abuelos... Repito; te das cuenta que
somos fascistas como humanos; simplemente
hay que esperar el momento para justificar
ese pensamiento.