A TODO O NADA,
EN THE REEF

La historia de esta película, escrita,
producida y dirigida por el argentino residente
en Australia, Andrew Traucki, se basa en un hecho
verídico ocurrido en 1983. En The
Reef (El arrecife, 2010), cinco personas
vuelcan mientras navegaban en alta mar y al regresar
de una isla, en lo que era un típico viaje
de paseo. Las opciones eran dos: esperar por ayuda
en un pequeño barco que estaba hundiéndose
lentamente, 100 kilómetros al noroeste
de Townsville, o nadar a la isla más cercana
a través de aguas frecuentadas por tiburones.
Una vez más,
y al igual que en su ópera prima, Black
Water (otro caso real pero de cocodrilo
empecinado con un grupo de jóvenes turistas
en un pantano, al Norte de Australia), hubo que
establecer el set de filmación en el agua,
aunque esta vez Traucki contó con más
presupuesto, a diferencia de Black Water.
"Las historias de supervivencia son fascinantes.
La realidad es, por lejos, mucho más intrigante
que la ficción.", comentaba el
realizador.
De todas formas,
las dificultades a la hora de filmar, tanto para
técnicos como para los propios actores,
fueron tremendas. "A pesar de estar en
aguas no tan frías, al Sur de Australia,
todos pasaban horas y horas en el océano,
teniendo que ponerse mantas térmicas para
no entrar en estado de hipotermia, cada vez que
se terminaba de filmar una escena. Incluso algunos
miembros del equipo de filmación se lastimaron
con los arrecifes y hasta se agarraron infecciones
por mordeduras y rasguños. Filmamos diez
horas por día durante poco más de
un mes, descansando un día a la semana.",
contaba Traucki. "Fue todo muy sacrificado.
Terminamos exhaustos. No creo que vuelva a hacer
una película en el agua hasta dentro de
mucho tiempo."
Luego de estar
durante diez años pensando en lo que sería
The Reef, optó por investigar
más a fondo el caso real de 1983 y llevarlo
a la pantalla grande. Si bien pueden haber similitudes
con Mar abierto (Chris Kentis,
2003), en ambas pasan cosas diferentes; mientras
la película de Kentis trata un poco más
la resistencia y la psicología de sus personajes,
la de Traucki apunta más al suspenso, a
lo enigmático, a una travesía con
situaciones límite donde hay que tomar
decisiones inmediatas.
Si bien hay un
momento, probablemente el mejor, promediando las
dos terceras partes de la película, donde
se nota que hay un trucaje visual cuando un tiburón
pasa a centímetros de los supervivientes,
todas las imágenes son de tiburones reales,
captados desde jaulas o por el propio realizador
con su pequeña cámara y a lo lejos,
para dar mayor autenticidad a la historia.
Traucki es declarado
fan de Tiburón (Steven
Spielberg, 1975), y en The Reef,
como buen aficionado que es de las películas
de género, trata de potenciar el nervio
y la tensión basándose en un leve
desarrollo de personajes, que al menos salen del
estereotipo, para lograr un equilibrio con el
impulso de un relato muy bien llevado, que especula
y sugiere, que no cae en el morbo ni la violencia
gratuita.
"A pesar
de que Internet y los reality en televisión
han llevado al entretenimiento a canalizar la
propia realidad, para mí siempre ha sido
algo muy potente el hecho de que la historia que
estoy viendo se base en un caso verídico.
La convierte en algo más irresistible aún.
No me interesa el horror en el sentido, digamos,
literal, sino en crear atmósferas tensas,
escabrosas, un contexto donde el espectador sea
lentamente inmerso en una situación peligrosa,
escalofriante.", afirmaba su realizador
para Arte7.
Actualmente, Traucki
está preparando su episodio para el largo
norteamericano The ABC´s of Death
(2012) donde participan más de 20 realizadores
independientes, entre ellos los españoles
Adrián García Bogliano (Habitaciones
para turistas, No moriré
sola, Sudor frío)
y Nacho Vigalondo (Los cronocrímenes,
Extraterrestre), el chileno Ernesto
Díaz Espinosa (Kiltro,
Mirageman, Mandrill),
el mexicano Jorge Michel Grau (Somos lo
que hay), el tailandés Banjong
Pisanthanakun (Shutter: Están entre
nosotros) y el serbio Srdjan Spasojevic
(A Serbian Film), entre otros.
Dicho episodio
durará apenas 5 minutos para cada director
invitado. "Aunque parezca extraño,
me cuesta mucho más pensar en una idea
concisa, para un corto, que una para un largometraje.
No siento como desafío hacer algo estrictamente
de ficción y sin caso real a la vista.
Habrá un gran abanico de propuestas en
estos 26 relatos, y espero que no todo se trate
solamente de gore."
EL CASO REAL
(sugerimos no
leer lo que sigue, si aún no han visto
la película)

Ray Boundy mostrando la
foto del fallecido Dennis Murphy
Fuente de foto: Courier Mail; The Cairns Post
(Australia)
La tragedia verídica en que se basó
The Reef ocurrió el 26
de Julio de 1983, y los protagonistas fueron tres
personas, y no cinco, como muestra la película.
La pesadilla duró 36 horas y solamente
uno, Ray Boundy, sobrevivió.
Supuestamente,
un tiburón tigre de cinco metros de largo,
al que los pescadores nunca pudieron hallar, fue
el responsable de las dos muertes que se dieron,
la del compañero de Ray Boundy (Dennis
Murphy, 24 años) y la cocinera Linda Horton
(21), quienes fueron devorados por el descarriado
escualo, que había detectado al grupo en
la noche y comenzó a seguirlo, cuando estaban
a ocho kilómetros del arrecife más
cercano y habían hecho más de la
mitad del recorrido, gracias a una tabla de surf,
un salvavidas y un pedazo de espuma que los tripulantes
habían rescatado del barco.
La primera muerte
en la película (la del joven inglés)
es tal cual se dio en la realidad. La segunda
no tanto. Ambas ocurrieron durante la noche, hecho
que difiere en el film, ya que ahí las
mismas se dan durante el día.
Precisamente, cuando amanece, el tiburón
vuelve y comienza a rodear a Boundy, cinco horas
después de haberse devorado a Linda Horton.
Boundy se encontraba a pocos metros del arrecife.
Y mientras intentaba llegar con la fuerza que
le quedaba, el tiburón se dirigió
derecho a su presa. Boundy logró darle
una patada y lo alejó momentáneamente.
Cuando vio que Boundy llegó al borde, desapareció.
El hombre fue rescatado pocas horas después
por un helicóptero estatal que cumplía
tareas de vigilancia, para luego ser llevado al
hospital, donde se le constataron pequeñas
mordidas en las piernas.
Desde hace 28
años, todos los días piensa en esa
pesadilla que duró 36 horas. Cuando se
enteró de que se estrenaba The
Reef prefirió no hacer comentarios.
Todavía vive en Townsville.
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