"En la historia de los directores
valientes es posible que ninguna película
haya tenido la locura de la de Chris Kentis."
- Devin Gordon, Newsweek
Chris Kentis, o el
hombre que volvió a nacer.
A partir del miércoles 23 de marzo
se exhibe en Montevideo una de las películas
más esperadas y exitosas de la pasada
temporada en Estados Unidos, Open
Water: Mar abierto (2003). El film,
escrito, dirigido y editado por Chris Kentis,
se inspira en un caso verídico, el
de la pareja compuesta por Tom y Eileen
Lonergan, de nacionalidad estadounidense,
y que fuera abandonada accidentalmente en
alta mar y mientras participaba de una jornada
recreativa de buceo en las costas australianas,
el 25 de enero de 1998.
La película
se hizo acreedora al Premio del Público
en el Festival Sundance y ya venía
con sus buenas repercusiones desde el de
Seattle. Costó 130.000 dólares
y recaudó nada menos que 30 millones
de dólares, en su pasaje por cines
norteamericanos. Fue filmada a 30 kilómetros
de las Bahamas y al parecer (esto no lo
pudimos confirmar con certeza) a 50 kilómetros
de Barbados (Mar Caribe, cerca de la costa
venezolana). El rodaje duró un mes
y monedas pero para poder financiar su película
Chris Kentis estuvo durante dos años
aprovechando fines de semana y feriados,
ya que también tenía que dedicarle
tiempo a su trabajo entre semana.
Los actores
tuvieron que soportar 120 horas de filmación
en el agua, viendo varias veces cómo
los expertos en tiburones que asesoraron
a Kentis y equipo (apenas cuatro personas)
iban tirando carnada cerca de ellos para
que los escualos pudieran ser filmados.
A la vez coordinaban los movimientos de
la pareja para que llamaran la atención
lo menos posible y los animales no se dirigieran
hacia ellos. No hay tiburones mecánicos
ni digitalizados. Todos los que se ven son
reales y fueron captados por el propio Chris
Kentis con su cámara (para las tomas
submarinas filmaba desde dentro de una jaula).
Lo más llamativo aún es que
la gran mayoría de los que aparecen
son de los que más atacan a seres
humanos, los tiburones toro.
La tarea
fue durísima y extremadamente riesgosa
para todos. El mar, sin embargo, no quiso
olvidarse del director, poco después
de terminada la filmación. Él
fue uno de los sobrevivientes, junto a su
esposa (Laura Lau) y su pequeña hija,
del tsunami asiático ocurrido a fines
del pasado mes de diciembre, mientras estaba
veraneando en el sur de Tailandia, una de
las zonas más devastadas por la tragedia
del (otra vez el mismo número de
día) 25 de diciembre, junto a Sri
Lanka e Indonesia.
En cuanto
a los actores Daniel Travis y Blanchard
Ryan pues no tienen mucha experiencia aunque
sí coincidieron en haber trabajado
para la famosa serie televisiva Sex
and the City. También tienen
algunos antecedentes en teatro.
LA VERDADERA HISTORIA...

La pareja abandonada
en Australia en 1998: con ustedes Tom y
Eileen Lonergan
La pareja oriunda de Louisiana (Estados
Unidos) se había dirigido a Tuvalu
para dar clases a los niños pobres,
luego de haber estado viajando por varias
partes del mundo. Se habían conocido
en la Universidad de la mencionada localidad
y luego enrolado en las Fuerzas de Paz Americanas
en 1990. A partir de ahí, comenzaron
a ver la posibilidad de hacer tareas de
caridad para los más necesitados
y en especial enseñar a los niños
más carenciados y no solo de Estados
Unidos.
La pasión
de Eileen por el buceo era tal que le propuso
a su esposo Tom de que también se
dedicara a lo mismo. Esa fue una buena oportunidad
para que comenzaran a viajar por distintos
lugares, especialmente cercanos al mar,
para dar rienda suelta a sus travesías
submarinas. Antes de ser famosos por un
caso que repercutió en casi todos
los medios australianos y más tarde
internacionales, venían cumpliendo
un año de estadía en Fiji
y enseguida pensaban partir para Hawaii,
culminando un tour planificado de tres años
de duración y que venía abarcando
numerosas zonas del planeta.
Una vez
en Queensland (Australia) se embarcaron
en una expedición con turistas que
los llevaba a una zona de buceo de doce
metros de profundidad, un arrecife donde
podían encontrar las más variadas
clases de peces y de paso dedicarse a su
principal hobby en alta mar. Eso fue el
25 de enero de 1998, día en que accidentalmente
fueron abandonados por el "Outer Edge"
(ése era el nombre del transporte
que los llevó).
El encargado,
Geoffrey Nairn, presumiblemente se equivocó
al contar los que volvían del agua.
Él mismo sostuvo que había
pensado que venían dos menos de antemano,
al ver que apenas arrancó el barco
una pareja se tiró del "Outer..."
para quedarse nadando en la costa. A diferencia
de lo que pasa en la película la
realidad indica que fueron 48 horas (y no
24) las que pasaron apenas se dieron cuenta
que los Lonergan no estaban en el hotel
donde se alojaban y en especial cuando vieron
que parte del equipaje de la pareja había
quedado en un rincón del barco.
Se han manejado
varias hipótesis sobre qué
fue lo que realmente pasó, pero los
que siguieron de cerca el caso (australianos,
sobre todo) no descartan que la tomada por
el director Chris Kentis haya sido muy cercana
a lo que ocurrió al final de cuentas.
Expertos
buceadores que han estado hasta 40 horas
en mares tormentosos y lograron sobrevivir,
coincidieron en que el mayor peligro no
son tanto los tiburones que puedan aparecer
sino la deshidratación que uno pueda
sufrir.
En noviembre
de 1999 el encargado de la expedición
(Nairn), fue llevado a la Corte Civil, donde
él mismo, además, responsabilizó
a los colegas de su trabajo (las cuatro
personas que lo acompañaban aquel
día). La compañía donde
se desempeñaba (Outer Edge Dive)
fue acusada de negligencia y obligada a
pagar una considerable multa. Pero el padre
de Eileen Lonergan sostuvo otra cosa, y
tiene relación con lo que se ve al
final de la película, algo que los
especialistas consideran más sensato
respecto a qué fue lo que pudo haber
pasado, después de todo. Curiosamente
afirmó que "la película
a mí no me interesa y ni la pienso
ir a ver. Tampoco le guardo rencor alguno
a la gente que estuvo ese día en
el barco. Fue tan solo un accidente y nada
más."
Por su parte
el acusado Nairn afirmó que "es
peor aún que esta película
se haya hecho. Mi familia y yo quedamos
muy afectados psicológicamente por
todo lo que pasó. A pesar de ya no
trabajar en la compañía, Open
Water perjudica aún más
un negocio que mueve mucha gente y dinero".
Sin embargo, luego de una inspección
realizada en 2002, y que abarcó varios
negocios de buceo en Queensland, se constató
que todavía se cometían errores
de consideración, entre estos nada
menos que persistentes fallas en los conteos
de turistas que son llevados a bucear lejos
de la costa. Esto hizo pensar a muchos expertos
buceadores que en esa zona había
demasiada irresponsabilidad, ya que es casi
una regla que las personas que se tiran
al agua ponen su nombre en una lista y luego
la misma es leída por el encargado
de la tripulación, al mejor estilo
de cuando pasan lista en la escuela. Si
la persona no aparece pues no abandonan
el lugar hasta que la encuentran. De lo
contrario se pide ayuda de inmediato.
... DE TOM Y EILEEN LONERGAN

Una de las pruebas
encontradas a 100 kilómetros del
arrecife Agincourt.
Los diarios personales de la pareja Lonergan,
a diferencia del invento de la dupla creadora
de El Proyecto Blair Witch,
son absolutamente reales y también
han sorprendido, por eso de que las apariencias
engañan.
El 3 de
agosto de 1997, pocos meses antes de ser
abandonados accidentalmente en el mar, Tom
escribió las siguientes (y curiosas)
palabras: "Como un estudiante que
acaba de salvar su examen siento que mi
vida está completa y que ya estoy
listo para morir. De ahora en más,
y según lo que intuyo, mi vida irá
de mal en peor. Siento que voy en picada
hacia mi funeral". Esta fue una
de las armas que la defensa del acusado
de negligencia, Geoffrey Nairn, usó
a favor, alegando un supuesto suicidio de
la pareja ante una situación desesperante.
Según
lo que figura en los diarios que Tom y Eileen
siempre llevaban, ambos sufrían de
depresión e incluso no estaban bien
como pareja, en especial Tom, cuando rompió
relaciones con su madre, quien se enojó
con él por darle la espalda a la
fe católica e incluso por casarse
con la que luego sería su esposa,
Eileen. Tampoco la pareja estaba conforme
con lo que venía haciendo; ambos
coincidían en que ya estaban saturados
de todo y que odiaban a los alumnos y hasta
a dedicarse a la propia enseñanza.
Dos semanas
antes del día que los hizo famosos
(25 de enero de 1998) se había visto
con sorpresa que en las anotaciones de Tom
figuraban tendencias suicidas, al ver frases
como "Deseo una muerte rápida
y si es necesario dolorosa, con tal de que
ocurra de una vez."
Sin embargo,
en julio de 1998, un pescador encontró
parte del equipaje de Tom en una playa ubicada
a 100 kilómetros del lugar donde
habían quedado abandonados. El material
estaba en perfecto estado y no mostraba
rasgo alguno de ataque de tiburón.
También apareció un instrumento
con el cual podía comunicarse con
otros buceadores; asimismo sin ningún
rasguño de nada y con la propia caligrafía
de Tom en el que decía "26
de enero (al día siguiente de
ser abandonados), 8 AM: Fuimos dejados
por el "Outer Edge" en el arrecife
de Agincourt. Por favor, que alguien nos
venga a rescatar. Vamos a morir."
La dueña
de una librería de Port Douglas (localidad
cercana a Queensland) comentó que
vio a la pareja buscando textos, dos días
después de lo del "Outer Edge".
Además se llegó a comentar
que ambos fueron vistos en un hotel de Darwin
luego de que, aparentemente, fueran rescatados,
pero los seguidores del caso descartaron
que eso pudiera ser posible, en especial
porque la cuenta bancaria de los Lonergan
no fue movida ni tampoco se tocaron sus
respectivos seguros de vida.
Curiosidades:
Tom tenía problemas en la vista pero
su esposa veía muy bien.
Al
momento de lo que ocurrió el 25 de
enero de 1998, Tom tenía 33 años
y Eileen 28, según los informes australianos,
aunque los principales medios de Estados
Unidos le agregaban un año más
a cada uno. En cuanto a la pareja que los
encarnó, la actriz Blanchard Ryan,
sin embargo, es mayor que el actor Daniel
Travis.
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