PANAMÁ Y LA MIRADA
ASTIGMÁTICA DE HOLLYWOOD

The Panama Deception
Panamá, su Canal y la invasión estadounidense
desfila con singular sorna ante la mirada astigmática
de Hollywood. A
más de un siglo de relaciones con los Estados
Undos y más de quince años de los
horrorosos hechos que sacudieron al país,
la parodia posmoderna de mordaz intención
y una permisible deconstrución de historias
han pemitido extraer líneas de análisis
sobre elementos históricos contradictorios
sin juicios definitivos, revitalizando cierta
aporía hacia versiones que no soportan
los careos de rigor.
Antes de la invasión
de 1989, el cine "gringo" utilizaba
la palabra Panamá o hacía referencias
al país con líneas curiosas en algún
guión hollywoodero, o comentarios apenas
graciosos alusivos al clásico sombrero
Panamá o la famosa "Panama Red".
Ejemplos claros quedan en los diálogos
del personaje Statler para la película
del Show de Los Muppets cuando
cita: "Eres lo suficientemente viejo
para recordar a Teddy Roosevelt en la inauguración
del Canal de Panamá."; cuando
Tom Hagen (Robert Duvall) y Michael Corleone (Al
Pacino) compartían diálogos alusivos
a Panamá en la segunda parte de El
Padrino, de Francis Ford Coppola; también,
cuando hacen ligeras referencias sobre las banderas
panameñas en thriller políticos
como Peligro inminente, de Phillip
Noyce, o dramatizan locaciones para esas películas
de corte periodístico como Algo
muy personal, con Robert Redford y Michelle
Pfeiffer, en donde el personaje de Redford muere
en Darién.
En cuanto giros
argumentales, Panamá ha sido escenario
de la serie de Charlie Chan hacia los años
cuarenta; de un filme de John Huston llamado A
través del Pacífico con
Humphrey Bogart; en alguna película de
la serie Cupido motorizado en
el cual pasa por el Canal de Panamá, y
con mayor frecuencia en la década de los
noventas en los filmes Alerta máxima,
de Andrew Davis, con Steven Seagal (al "marine",
después de un incidente en Panamá,
lo mandan a la cocina de un portaviones que posteriormente
es tomado por un comando terrorista), Sniper
de Luis Llosa, con escenas filmadas en la jungla
panameña y Básico y letal,
de John McTiernan, con John Travolta y Samuel
L. Jackson.
Y qué decir
de una famosa frase del personaje del filme de
James L. Brooks Mejor... imposible,
que le valió un Oscar a Jack Nicholson
cuando le dice al pesonaje de la vecina, que interpreta
Lupe Ontiveros: "Where do they teach
you to talk like this? In some Panama City 'Sailor
wanna hump-hump' bar, or is it getaway day and
your last shot at his whiskey? Sell crazy someplace
else, we're all stocked up here" (nota
del editor: algo así como "¿Dónde
te enseñaron a hablar así? ¿En
un bar de marineros alzados de alguna ciudad panameña?"
- sigue...).
En este singular
viaje de Panamá en el cine, vale destacar,
por ejemplo, el trabajo documental Panama
One Dollar, de Héctor Herrera,
sobre la violencia en los barrios duros de Panamá
y el imperio de las drogas, años después
de la invasión. Este documental se llevó
el premio especial del jurado en festivales de
La Habana, Madrid (premio de la audiencia) y Barcelona,
entre otros reconocimientos en el mundo.
Sin embargo, existen
cuatro referencias cinematográficas que
ubican a Panamá en la mira de críticos
de cine, historiadores y cinéfilos que
buscan entender por qué el país
se convierte luego de la invasión en un
ángulo deliciosamente morboso para elaborar
guiones basados en el Canal de Panamá,
Manuel Antonio Noriega y la invasión estadounidense
al país caribeño.
Se conoce que
la opinión pública en Estados Unidos
estaba lo suficietemente moldeada para aceptar
el ataque a un pequeño país de Centroamérica,
con la excusa de eliminar la amenaza del General
Noriega en pleno ambiente navideño. Ello
trajo como consecuencia la invasión y ocupación
del territorio nacional, que inició con
un bombardeo de 417 elementos explosivos entre
27 objetivos del país, elementos que sirvieron
de guías para las ideas de algunos guionistas
estadounidenses.
Esa descoordinación
militar norteamericana y las tácticas de
propaganda sobre este tema, motivaron a algunos
periodistas a construir historias sobre Noriega
y los hechos del 20 de diciembre, que posteriormente
se convirtieron en premisas para construir algunos
de estos relatos.
En cuanto al cine,
las cuatro películas han tenido un fuerte
impacto por abordar el tema de Panamá y
su historia reciente. Algunas, alabadas por la
crítica mundial, pero abucheadas por la
ciudadanía panameña; otras, ganadoras
del premio Oscar, máxima distinción
en la industria del cine estadounidense, pero
ferozmente cuestionadas por los sectores que apoyaron
la invasión a Panamá, han significado
la puesta en el mapa de este país como
una opción cinematográfica interesante,
pues independientemente de los hechos, queda demostrado
que los capítulos de la historia de Panamá
pueden convertirse en grandiosos guiones de cine.
DOLLAR
MAMBO Y LAS VIOLACIONES MUSICALES
Paul Leduc, director mexicano del cual no se sabe
mucho desde 1995, cuando hizo Los animales,
primer filme azteca de animación digital
en tres dimensiones, realizó en 1993 un
inusual musical que pasó desapercibido
en el continente americano, basado, supuestamente,
en una historia real panameña: la violación
de una mujer por parte soldados norteamericanos
teniendo como telón la invasión
a Panamá.
Leduc, conocido
en el mundo desde 1970 cuando dirigió Reed,
México insurgente y trece años
más tarde, al llevar a Ofelia Medina hacia
Frida, naturaleza viva, se sumerge
en un proyecto musical y busca ayuda mediante
coproducciones multinacionales. De esta trilogía,
marcada por una profusión de música
diversa, la narración sin diálogos
o con unos cuantos, y una estética halagadora,
a través de historias narrativamente profundas,
integrada por Barroco (1989)
y Latino Bar (1991), es Dollar
Mambo, la que nos permite entrar en este
este análisis.
El caso de Dollar
Mambo fue concebido por columnistas en
los Estados Unidos como "un musical sin
diálogos ambientado en Panamá",
aunque la Enciclopedia Internacional de Cine la
describe como "una especie de mambo ballet
con una serie de secuendas de danzas de cabaret,
entrecortadas con breves narrativas".
Según su
argumento, en un club nocturno en Panamá,
en el cual marinos, jovenzuelos y pilluelos de
poca monta se reunían para ver los números
musicales de danza y actos teatrales, la audiencia
y los actores creaban una atmósfera interminable
de vívidas experiencias a través
de la música y la sensualidad de los bailes.
Allí, el placer es vulnerado cuando soldados
norteamericanos se toman el club y cambian la
atmósfera hacia una encrucijada de sangre
y violencia.
Paul Leduc comentó
sobre esta película: "Estaba interesado
en la idea de realizar una especie de musical
sobre una base informativa terrible, no tanto
como una típica y tradicional historia
de amor tipo West Side Story,
pero preferiblemente un musical latinoamericano".
Con métodos
de producción muy modestos, y utilizando
como telón el tema de la invasión
a Panamá, Leduc construye una rica y dinámica
fuente de creación y fantasía, al
menos para la prensa especializada en Europa.
Mientras tanto, en Estados Unidos, otros analistas
cinematográficos opinaban lo contrario,
y en Panamá, muy poco se conocía
sobre este estreno de Leduc.
La revista Variety
publicó que este filme "disparaba
balas de salva en casi todos sus departamentos".
Los comentarios en contra de este material tenían
que ver más con el contenido político
del film y no por el rasgo técnico o creativo.
Dollar
Mambo fue protagonizado por Dolores Pedro,
Roberto Sosa, Raul Medina, Litico Rodriguez, Kandido
Uranga, Tito Vasconcelos y Gabino Diego, pero
nunca fue presentada oficialmente en Panamá.
OSCAR PARA UNA DECEPCIÓN
El apresamiento de Manuel A. Noriega, la destrucción
de los cuarteles militares más importantes
de Panamá, objetivo político-militar
fundamental de Estados Unidos para eliminar el
ejército panameño, que se haría
cargo de la vigilancia del canal y la muerte de
cientos de panameños durante la "Causa
Justa", fue el ángulo que sirvió
a la directora Bárbara Trent, a realizar
lo que The Boston Herald considerase
como "un coctel molotov cinemático":
La decepción de Panamá
(nota del editor: éste trabajo fue estrenado
en Montevideo en la sala VideoCentro, de la Asociación
Cristiana de Jóvenes, con el título
The Panama Deception).
Según sus
creadores, La decepción de Panamá
cuenta la historia "jamás
contada" de la invasión de diciembre
de 1989 por parte de Estados Unidos, evento que
según sus productores, y documentados con
una avalancha de pruebas testimoniales, con el
uso de fuerza excesiva los invasores norteamericanos
causaron una enorme cantidad de luto y destrucción
a un país como Panamá.
En el documental
se desnudan, a criterio de sus productores, las
verdaderas razones que motivaron el ataque, partiendo
de puntos de vistas muy distintos a los que los
medios de comunicación estadounidenses
se cansaban de defender, incluso años después
de la invasión.
El documental
de Trent expone cómo el gobierno norteamericano
y los medios masivos de comunicación suprimieron
información sobre este desastre de política
internacional, e incluye pietaje nunca visto sobre
la invasión y sus consecuencias; también
entrevistas con proponentes de la acción
bélica como el General Maxwell Thurman,
el entonces presidente de Panamá Guillermo
Endara y el portavoz del pentágono Pete
Williams, así como versiones del lado contrario,
entre ellas el representante Charles Rancel, las
activistas Olga Mejia e Isabel Corro y el ex diplomático
Humberto Brown.
De igual manera,
se apunta noticias de medios televisivos y críticas
de otros medios de comunicación que contribuyeron
a formalizar el criterio de análisis frío
sobre el manejo informativo detrás de la
invasión a Panamá, particularmente
en esos tiempos de guerra.
El proyecto fue
producido por The Empowerment Project (EP), organización
que trabajó por dos años en la producción.
El equipo de Trent era reconocido por haber realizado
el poderoso y premiado documental Coverup:
Behind the Iran Contra Affair. The Empowerment
Project es una organización sin fines de
lucro comprometida con la democratización
de los medios masivos en Estados Unidos.
Desde la presentación
oficial de La decepción de Panamá
hacia agosto de 1992, el documental fue exhibido
en 80 ciudades y apareció en videotiendas
estadounidenses en 1993, un año más
tarde. The Panama Deception,
su título en ingles, fue difundido por
servicios de cable a través de Cinemax
en octubre de 1993 y Bravo, un canal independiente,
mantiene los derechos de transmisión.
Aunque muchas
estaciones afiliadas a PBS (servicio de televisión
pública estadounidense) lo han difundido,
esta última se ha negado a darle extensión
para la televisión nacional, de acuerdo
con los productores del filme. Internacionalmente
hablando, La decepción de Panamá
ha sido mostrada en Australia, Canadá,
Polonia, Hong Kong, Francia, España, Portugal,
Reino Unido, Irán, Israel, Finlandia, Suiza,
México, Argentina, Japón, Noruega,
República Popular China, Corea del Sur,
Italia, Turquía, Rusia, Suráfrica,
Holanda, Filipinas, Argelia, Malasia y República
Checa.
Oficialmente,
La decepción de Panamá
tuvo su censura en marzo de 1993. Ello fue en
Panamá. Mientras tanto, un fondo para apoyar
la difusión de este documental fue organizado
por Channel Four en Londres, Rhino Home Video,
la Fundación I. Roderick MacArthur, la
Fundación Rex Foundation, el Fondo de Desarrollo
de la Paz, The National Council of Churches, la
Fundación de Veteranos de Vietnam, el cineasta
Michael Moore, entre otras fundaciones e individuos
que apoyaron a Trent y el equipo de filmación
de este Oscar a Mejor Documental en 1993.
Ahora, claro que
tuvo sus detractores. La columnista Betty Brannan
Jaén, escribió que "The
Panama Deception ni siquiera
tiene la virtud de la originalidad, ya que usa
una fórmula copiada del documental que
había ganado el Oscar el año anterior
(Deadly Deception, cortometraje
de crítica a la empresa General Electric,
dirigido por Debra Chasnoff)". También,
el escritor Guillermo Sánchez Borbón
lo tildó "un monumento a la deshonestidad",
mientras que otros medios en los Estados Unidos
masacraban el estilo subjetivo de su directora
al abordar un tema tabú en aquel entonces.
La decepción
de Panamá se llevó otros
premios en festivales internacionales, entre ellos,
el segundo premio en el Festival Internacional
Rimini Cinema de Rimini, Italia; el Blue Ribbon,
del American Film & Video Festival; el Gold
Apple, del National Educational Film & Video
Festival; el primer premio de AMASCULTURA: Encontras
Internacionais de Cinema Documental de Lisboa;
el primer premio del Seoul Documentary Video &
Film Festival; condecoraciones en el Banff Television
Festival de Alberta, Canada; en el Festival de
cine de Guadalajara; el premio de Mujeres en Filmes
de Los Ángeles; el Media Impact de Durham,
North Carolina; La Mujer y El Cine de Buenos Aires,
Argentina; en el Festival Internacional del Nuevo
Cine Latino Americano de La Habana, Cuba; en el
Herbstsalon-Kulturfestival de Rostack, Alemania;
en el Flandes International Film Festival de Ghent,
Bélgica; y en el London International Film
Festival de Inglaterra.
Al final, luego
de las críticas a favor y en contra recibidas
por este documental, quedó en la percepción
de los televidentes de todo el mundo un polémico
premio de la Academia de Cine estadounidense que
cuestionaba los horrores de la potencia más
grande del mundo en los tiempos de la post guerra
fría, modelo de conducta del imperio que
se fortaleció posteriormente tras la Guerra
del Golfo y que con buena técnica ha cuestionado
el cineasta Michael Moore, mediante sus libros
y obras documentales, entre ellas Fahrenheit
9/11.
DISCURSO DE ACEPTACIÓN
DEL PREMIO DE LA ACADEMIA - PABELLÓN DOROTHY
CHANDLER - OSCAR AL MEJOR DOCUMENTAL POR BARBARA
TRENT - MARZO 29, 1993
"Gracias. Primero, me gustaría
dar un reconocimiento a un notable ser humano.
El escritor y editor, uno de los productores,
el co-fundador y co-director del Proyecto Empowerment
que apoya muchos cineastas cada año, David
Kasper, así como los otros dos productores,
que sin su perseverancia la película nunca
habría sido terminada, Nico Panlgutti y
Joanne Doroshow.
Quisiéramos tomar un momento y dedicar
esta película a toda la gente que ha trabajado
tan difícilmente por la justicia, la verdad
y la paz alrededor del mundo (aplausos de
la audiencia). Particularmente, las cuatro
personas que fallecieron mientras trabajaban como
asociados de este filme, y posiblemente los millares
de panameños que murieron en esta invasión,
cuyas historias jamás se pudieron contar
de otra manera, debido a las prácticas
engañosas y las tácticas de nuestro
gobierno, con la complicidad (y la audiencia
dispersa que silbaba) - no tengo gusto de
ella tampoco, pero es la manera que es, con la
complicidad de los medios principales.
También quisiéramos dedicar la película
a los valerososos periodistas panameños
y los activistas de los derechos humanos que desafiaron
la interdicción panameña contra
la exhibición de esta película a
riesgo personal, en las últimas semanas
en Panamá, que a propósito fue censurada
a nivel nacional; y a millones de norteamericanos
que pueden o no conseguir ver esta película,
ahora que la televisión pública
también ha rechazado su difusión.
Para cerrar, quisiera decir que tenemos un tremando
potencial en el mundo. Aquellos que tenemos ese
potencial de impactar en el mundo. Utilicémoslo.
Desafiemos esta nueva administración a
revertir la herencia que hemos dejado con nuestras
políticas en el mundo, y convirtámonos
en los americanos capaces de hacerlo. Muchas,
muchas gracias."
LA PARODIA DEL "TONY"
La figura de Manuel Antonio Noriega era irresistible
como fuente de creación literaria, para
efectos de la concepción de guiones cinematográficos.
Al menos así lo entendió el escritor
de la revista New Yorker, Lawrence Wright,
quien estuvo atraído por Noriega mientras
leía y escuchaba sobre el cerco en la nunciatura
en 1989.
Wright investigó y preparó un guión
sobre un hijo de madre soltera abandonado cuando
tenía cinco años, que al crecer
recibió formación militar en Perú
y al cumplir veintidós ingresa en la Guardia
Nacional, escalando en el poder militar para ocupar
la Jefatura del Servicio de Inteligencia panameña,
mientras colaboraba con la CIA, y llegando posteriormente
a la comandancia de las Fuerzas Armadas panameñas,
no sin antes permitir el narcotráfico y
beneficiándose de él.
Wrigth había
conceptualizado esta historia como una obra teatral,
pero la idea no aterrizó. En esos días
hubo mucho interés de Holywood. Oliver
Stone tuvo ganas de producirla y dirigirla, contando
con el protagónico de Al Pacino; sin embargo
optó por realizar un filme sobre Richard
Nixon.
Con el tiempo,
el guión de Wright pasó de ser el
plato codiciado de la indusria a un proyecto engavetado,
hasta que Showtime, un canal de televisión
por cable, decidió arriesgar un presupuesto
de cinco millones de dólares y encargarle
a Roger Spottiswoode, realizador estadounidense
conocido a principios de los ochenta por la dirección
del drama periodístico Bajo fuego,
sobre la crisis en Nicaragua, el proyecto de Noriega.
Spotiswoode estaba
en la dirección de la película 007:
El mañana nunca muere, con Pierce
Brosnan como James Bond, y se muda a Manila, Filipinas,
para iniciar con la producción de Noriega:
el favorito de Dios. El único
problema para darle rigor periodístico
al relato era al menos una entrevista con el propio
"Tony" Noriega.
El filme recibió
la espalda de los distribuidores estadounidenses,
aún contando con un gran actor en el rol
protagónico, el británico Bob Hoskins
(Mona Lisa, ¿Quién
engañó a Roger Rabbit?),
quien lleva el peso real del filme.
Con el estreno
de esta obra se estaba programando la distribución
del libro editado por la compañía
Simon & Schuster, y con ambos productos en
el mercado, el nombre de Noriega volvería
a la luz pública.
El resultado de
Noriega: el favorito de Dios...,
muy mixto. El filme era una comedia negra que
caricaturizaba la atmósfera circense posterior
a la caída del General Noriega. En sus
primeras tomas, Spotiswoode muestra a Hopkins
como un Noriega confesándose con un sacerdote
y jactándose de ser un hombre bendecido.
Paralelo a esta confesión, en la selva,
una tortura y asesinato para la historia de Panamá.
El filme buscaba
ese efecto crítico de la comedia negra,
poco entendido por el gran público de cine.
Ese mal logrado efecto restaba calidad a la forma
cómo se desenvolvían los hechos,
que además carecían de profundidad
histórica y calor humano. Es que ese argumento
se iba desde un Noriega soportando tratamientos
para el acné hasta sus conferencias en
Harvard, mientras presentaba confabulaciones nocturnas
con Fidel Castro (Michael Sorich) y Oliver North
(Edward Edwards), teniendo al lado chicas en bikini.
La concepción
original del filme era el de una biografía
imaginada sobre lo que hubieran sido los últimos
años en el poder de este general, teniendo
a las calles de Manila para recrear el ambiente
de Panamá. Al promocionar esta película,
su director explicó: "Los hechos
tuvieron lugar y hubo personajes en situaciones
similares".
Al final, Regency
Enterprises y Showtime Networks vaticinaron que
no tendría éxito en taquillas y
acertaron. El producto era malo y difícil
de digerir por el público que no entendió
la intención conceptual, al realizar una
comedia negra sobre un "hombre fuerte"
que dejó huellas para la historia conocida
de Panamá y Latinoamérica.
ASUNTO: EL "DESASTRE"
David John Moore Cornwell, o John le Carré,
alcanzó la fama internacional con sus novelas
de espionaje, enfocándose con el servicio
secreto británico, gracias a su estilo
realista. La obra que lo catapultó fue
El espía que surgió del
frío, pero fue con El
sastre de Panamá cuando obtuvo
el seguimiento de la masa panameña.
En 1996, John
le Carré presenta su libro El sastre
de Panamá y años más
tarde, junto con el director irlandés John
Boorman, lo llevan al cine contando como protagonista
a Pierce Brosnan, quien buscaba alguna forma de
parodiar a James Bond, personaje que le estaba
dando fama y renombre mundial, pero que también
lo estereotipaba como actor; el efecto Bond, que
le
dicen al fenómeno.
El sastre
de Panamá es un film de espionaje
que combina la narración clásica
de Le Carré con los procedimientos posmodernos
de la parodia y la desconstrucción, dirigidos
con cierta gracia por Boorman.
En el relato,
Andy Osnard (Pierce Brosnan) es un fracasado agente
secreto inglés enviado a un destino poco
conflictivo. Asignado a Panamá, conoce
a Harry Pendel (Geoffrey Rush), un ciudadano inglés
que huye de la justicia británica por un
caso de estafa, que en Panamá trabaja como
un sencillo sastre que viste a influyentes políticos,
incluyendo al mismo General Noriega, entre otros
hombres de poder. Osnard necesita un sucio complot
que justifique su salario y confía en Harry
como su informante, a quien le compra secretos
de estado, basándose en el hecho de que
su esposa Luoisa (Jaime Lee Curtis) trabaja en
la administración del Canal de Panamá.
La información de Harry, falsa y llena
de conjeturas sin aparente veracidad, se convierte
en una fuente que llegaría a crear un conflicto
bélico de grandes magnitudes.
Creando líneas
paralelas entre "Nuestro hombre en la Habana",
basada en la novela de Graham Greene de y dirigida
por Carol Reed; "Casablanca" de Michael
Curtiz y cualquier filme de la serie 007, Le Carré
y Boorman crean una comedia negra que satiriza
el género de espionaje y llevan a niveles
de simulación y mentira, propias de este
tipo de cine.
Ahora, hay ciertos
engaños en el desarrollo de esta pieza
cinematográfica. Precisamente por pecar
en el terreno de la comedia negra, pierde cualquier
corriente de veracidad e impacto histórico
sobre la trama misma, situación que incomodó
formalmente al
público panameño, que aceptó
que el equipo de filmación realizara este
filme en tierras locales con la visita del elenco
completo.
El problema estuvo
en que luego del estreno del filme, que tampoco
levantó interés en las taquillas
internacionales, la percepción del mismo
no fue favorable. La crítica generalizada
estuvo de acuerdo en llamarla "El desastre
de Panamá" por cómo mostraban
al país a través del relato de Le
Carré. Asimismo, los críticos de
cine en Panamá tuvieron una percepción
más equilibrada, valorizando la obra como
una interesante parodia del género de espías
que le es bastante fiel a la misma de su autor.
Mientras tanto,
Pierce Brosnan se llevaba buenos recuerdos de
Panamá. "Qué gran trabajo
es éste", comentaba un Brosnan
muy ocupado en sacar fotos de la compuerta de
las esclusas de Miraflores. La filmación
quedó resuelta con seis semanas de trabajo
en Panamá y otras cuatro trabajando en
interiores en los Estudios Ardmore en Irlanda,
donde también se realizaron las labores
de postproducción, pero su resultado...
nada alentador para los panameños que deseaban
que Panamá saliera mejor librado de ese
"desastre".
A pesar de los
últimos escándalos entre Hollywood
y Panamá, mencionando por ejemplo el caso
de Sean Connery y la "visa diplomática"
que le pidieron devolver hace algún tiempo,
Panamá, como fuente de historias, busca
mejores espacios para que guionistas y directores
puedan relatar con veracidad y rigor periodístico
aquellos hechos que han sido noticia y que el
mundo debe conocer a través de propuestas
cinematográficas de mayor calidad.
20 PELÍCULAS CON
ESPECIAL REFERENCIA SOBRE PANAMÁ
La decepción de Panamá
(1992)
Peligro inminente (1994)
Noriega: El favorito de Dios
(2000)
Básico y letal (2003)
Hell Drivers (1931)
El sastre de Panamá (2001)
Panama Hattie (1942)
Married and in love (1940)
Torchy Blane in Panama (1938)
The Perfect Fit (2001)
Panama One Dollar (2001)
Panama Lady (1939)
Amercian Passport (1999)
Sensation Hunters (1933)
Submarine D-1 (1937)
///Gold Rush - VG (1999)///
Carnavales de Panamá (1998)
Panama Patrol (1939)
The Midnight Special (1992)
Fuente: Internet Movie Data Base (IMDB)
NOTAS ANTERIORES DE RAINER TUÑÓN
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